23 de octubre de 2010

Cuento de Otoño.


Erase una vez una niña a la que encantaba ir a una despensa. Pero aquella no era una despensa cualquiera…. ¡era la despensa de sus sueños! Todos los días soñaba que llegara el fin de semana para poder ir a esa despensa en la que había todo lo que ella deseaba…tabletas y tabletas de chocolate con leche y con almendras, varios botes de nocilla de uno o dos sabores, galletas de chocolate, chuches, gusanitos, palmeritas, napolitanas, natillas, petit suisse, batidos de chocolate…Su abuelita preparaba cada semana la despensa para que cuando ella llegara de lejos con su familia, pudiera escoger lo que quisiera comer…¡alguna que otra vez aquella niña se pegó un atracón! Claro, la comida favorita de aquella niña acabó siendo el chocolate, en cualquiera de sus formas… Un día de otoño, la abuelita de aquella niña tuvo que marcharse a buscar a su abuelito por las estrellas…lo hizo sin avisar, pero se aseguró de dejar la despensa preparada…Después de aquel día, la niña vio muchas más despensas de muchos lugares, pero ninguna superaba a la de su abuelita…aquella niña creció, y aún hoy, cuando abre alguna, se acuerda siempre de la despensa más bonita del mundo…..y no precisamente por la cantidad de chocolate, sino por todo el AMOR que había en ella.

Le Petit Prince


•“A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: “¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?” Pero en cambio preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Solamente con estos detalles creen conocerle.”

•“Conozco un planeta en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo, como tú: “¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!”, lo que le hace hincharse de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!.”

14 de octubre de 2010

Por esos días...




Hoy estaría bien hacer algo fuera de lo común, Podemos, por ejemplo, bailar por la calle mientras nos dirigimos al trabajo. Mirar a los ojos a un desconocido y hablar de amor a primera vista. Sugerirle al jefe una idea que puede parecer ridícula, pero en la que creemos. Comprar el instrumento que siempre quisimos tocar, pero nunca nos atrevimos.
Hoy podemos llorar por algunas viejas penas que están aun presas en nuestra garganta.
Llamaremos a alguien a quien juramos que no volveríamos a llamar, pero de quien desearíamos escuchar un mensaje en el contestador automático. Hoy puede considerarse como un dia fuera de la agenda en la que escribimos todas las mañanas.
Hoy cualquier falta será admitida y perdonada.
Hoy es el día de sentir alegría por la vida.
Paulo Coelho.